Desde algunos años atrás se empezó con un proyecto en la Ciudad de México, el cual consiste en retirar todos los chicles, que la gente tira durante su visita a esta explanada tan importante de la ciudad. Esto se hace cada cuatro meses tanto en el Zócalo como en el Monumento a la Revolución. El trabajo lo hace un grupo de gente que manda el gobierno para que quiten todos los chicles que se encuentren tirados por la calle, y lo hacen con una máquina, que incluso le llaman Terminator, modelo "M".
Esta máquina lo que hace es remover el material del chicle, con agua a vapor y un detergente especial, para que se pueda deshacer. La combinación entre el agua y este tipo de detergente harán que sea más fácil que el chicle, se levante y se vaya, además de la gran ayuda del cepillo de acero que tiene, pues con ese se talla y eliminará los residuos pegados en el suelo.
El tamaño del zócalo es de 27 mil 700 metros cuadrados, y según la Autoridad del Espacio Público indica, que en cada metro cuadrado se tendrán que retirar por lo menos 12 chicles con este tipo de máquinas que se utilizan.
El chicle es un grave problema en la ciudad, pues es un producto que tarda mucho tiempo en degradarse, así que, por ello surge este proyecto ecológico, que sin duda alguna, ayudará a que el centro de la ciudad se mantenga más limpio.
Sin embargo, aunque exista este tipo de proyectos ecológicos, se recomienda a toda la gente que procuren tirar los chicles dentro de los botes de basura que se encuentran alrededor de toda la plaza, y no sólo de la plaza, si no de todas las calles de la ciudad. Pues como ya lo he mencionado antes, el chicle está hecho a base de un material que tarda mínimo 5 años en degradarse, lo cual hace que nuestro ambiente se contamine.